sábado, 30 de enero de 2010

Siempre habrá obras en el camino

…Y sus miradas se volvieron a cruzar, sin esperarlo, un abrazo surgió entre los dos…Aquel olor! Cuantos recuerdos le traían a ella, inconfundible…sus ojos se llenaron de “gotas de agua salada”, pero se mantuvo entera y sonrió.




…Que raro se les hacía todo aquello, aquella cafetería estaba llena de gente, pero por momentos para ella era como si sólo estuviesen ellos dos, como si todos estos meses en los que habían estado sin verse no existieran, como si nada de lo malo entre los dos hubiese ocurrido…era extraño pero se sentía bien, como hacía tiempo que no se sentía.




…Poco a poco sus caras se iban acercando más y más, a ella le empezaba a salir el tic nervioso de la pierna, aquel tic que sólo le salía en dos ocasiones…y de repente, sus labios se juntaron de nuevo, un escalofrío recorrió el cuerpo de ella, era como aquel primer beso, estaba igual de nerviosa que entonces, a su corazón y a su mente vinieron todos aquellos momentos de felicidad y no fue capaz de dejar de sonreír en toda la noche, ni en todo el día siguiente, ni en el resto de la semana.




…Tenían tanto por decir, pero a ella lo único que le apetecía era estar entre sus brazos, volver a sentir aquel calor suyo, aquella protección, que tanto había extrañado y que ahora volvía a tener y con lo que se sentía tan inmensamente feliz.




…Un día ella le dijo a el que nunca había pensado que se volvieran a encontrar y mucho menos volver a estar juntos, que pensaba que sus vidas se habían separado y se habían convertido en dos caminos paralelos que nunca se volverían a unir, a lo que él contestó:



“SIEMPRE HABRÁ OBRAS EN MITAD DEL RECORRIDO PARA QUE ESOS DOS CAMINOS SE VUELVAN A UNIR”


viernes, 22 de enero de 2010

Algo perdido



…Y de repente lo supo, algo había cambiado, él ya no tenía aquel brillo en la mirada, ni aquella manía tan suya de cogerla siempre de la mano, o sorprenderla con algún te amo gritado en medio de un parque, un beso de película robado en pleno centro comercial…, gestos que aunque pareciesen una tontería a ella le encantaba, le demostraban tanto y le daban tanta protección… Ella tampoco era la misma, ya no tenía aquella sonrisa permanente en sus labios, y poco a poco le había empezado a salir aquella parte suya que ella odiaba y que nunca pensó que volvería a salir, los celos…







Se miraron a los ojos sin decirse nada, pero ambos sabían que algo se había perdido, ya nada era igual, se quedaron callados, se abrazaron sabiendo que podía ser uno de los últimos que se diesen…Pasaron días sin verse, sin apenas hablar, hasta que decididos por las circunstancias tomaron una decisión, uno lo tenía más claro que el otro…debían alejarse, cerca sólo conseguían hacerse daño…



Pasaron meses haciéndose algún que otro reproche, semanas e incluso algún mes sin saber nada el uno del otro… Poco a poco por cosas de la vida volvieron a hablar de cuando en vez…ella todavía tenía presente parte de aquella felicidad que un día tuvieron juntos, pero sabía que la vida había separado sus caminos y ahora eran dos líneas paralelas que nunca llegarían a unirse…por ello, era necesario no dejar salir ese pasado tan presente, era necesario olvidar para siempre…



Por eso, ¡espabila! Vive el presente, sin mirar al pasado y sólo viendo de reojo al futuro.