Los apasioados e inquietos por el arte, entre los cuales me incluyo, tenemos hoy en la prensa digital una noticia relevante sobre una de las esculturas que muchos han calificado como una de las grandes obras del Antiguo Egipto, el busto de la Reina Nefertiti, mujer del faraón Akenatón, que fuera tallado hace ya unos 3.300 años.
Pues bien, hasta el día de hoy todo el mundo se fascinaba con la belleza y estética de la talla: la cara de una mujer esbelta, conservada, de piel tersa; en definitiva, guapa y estilizada. Pero ahora, en 2009 y después de múltiples investigaciones y tras una tomografía computerizada, se ha descubierto el verdadero rostro de la reina Nefertiti, el cual dista un poco del que todos conocíamos.
Con estos estudios se ha descubierto que la escultura fue realizada en dos fases, en la primera de las cuales se fue tallando el rostro sobre la piedra. La cara oculta de Nefertiti es muy simétrica y las orejas difieren poco de la versión final, pero tiene menor profundidad en el extremo de los párpados, arrugas en la comisura de los labios y las mejillas, pómulos menos prominentes y una pequeña elevación en el caballete de la nariz.
Los investigadores creen que los cambios y retoques hechos en la segunda fase de la escultura fueron elección única del propio escultor para, de esta forma, aclimatar la talla al ideal de belleza de la época.
El busto de Nefertiti, tras su descubrimiento en 1912 se exhibió por primera vez al público berlinés en el Neues Museum en 1924.
Durante la Segunda Guerra Mundial fue escondida en una mina de Turingia (este de Alemania) mientras caían las bombas sobre Berlín y ahí la encontraron las tropas estadounidenses.En la actualidad se expone en el Museo Egipcio de Berlín, pero en octubre viajará al restaurado Neues Museum.
Así que si teneis la oportunidad de pasaros por el museo y disfrutar de lo maravilloso del arte, no lo dudeis...y dadme envidia...
Fuentes: Faro de Vigo, EFE
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